Reconozco como constante mi interés por la ruptura que llegó de la mano de Kenzaburô Ôe a la literatura japonesa. Sin embargo (esquivandolo convenientemente), la primera y sustancial referente de la influencia de Kenzaburô en la corriente femenina de la literatura japonesa (onna de) es Yôko Ogawa (1962-). Los contactos entre Ôe y Ogawa son reiterados y explícitos, sin ir más lejos podemos ir al punto que aquí nos reune: El embarazo de mi hermana (Ninshin karendaa, 妊娠 カレンダー).
Esta novela de Ogawa fue de gran impacto por dos aspectos: Recibió el premio Akutagawa, el más prestigioso de Japón; y generó un movimiento editorial que se vio reflejado en los medios del país, debido a que el título de la novela daba a pensar en un diario de embarazo naif.

El embarazo de mi hermana tiene un lineamiento claro que lo asocia indefectiblemente con Una cuestión personal (個人的な体験, Kojinteki na taiken) de Kenzaburô Ôe. La crudeza de sus historias se funda, en primera instancia, en una formulación de la familia como un ente reducido y asilado de otras familias. En instancias posteriores podemos observar la costumbre permanente del silencio, fundada en una introspección que lleva a recordar cuestiones anteriores relacionadas con la liviandad y lo anecdótico. Y en última instancia, nos encontramos con aquello que, en lo profundo, condena al ser humano y lo somete bajo las extrañas cualidades que lo identifican y conformas: la maldad (o negligencia) que conlleva a la muerte.
La tradición canónica de la belleza en Japón ha sido (y será) una constante en el estílo de su literatura. Autores como Kenzaburô y Ogawa forman parte de una línea de ruptura de ese estílo y tradición: crudeza, cotideaneidad, realismo, sentimientos reales agobiados por una carga social y cultural que los supera. El hombre que se encuentra en la encrucijada que alguna vez se encontró Japón: reformular una postura cultural para diseñar una modificación posterior a una tradición que se mantiene en movimiento, a un ser que se mantiene en movimiento.

Comments (1)

On 20 de febrero de 2011, 11:46 , HAJIME dijo...

De Kenzaburo Oé he leído unas cuantas de sus obras, incluso una autobiografía suya (interesante por cierto). Y sí, lo que más me gusta de él es su realismo y crudeza en sus historias.

Lo curioso del título de la novela de Ogawa es la traducción hispana (al menos la que tú mencionas, no sé como se habrá traducido en mi país): Porque 'El embarazo de mi hermana' "poco" tiene que ver con el título original.
Si no me equivoco 妊娠 カレンダー literalmente se podría traducir mejor a 'Calendario de un embarazo' o algo similar. Ya que 妊娠 カレンダー significaría algo asi como: "Calendario de un embarazo"

En fin, esas traducciones a modo: "gusto del traductor o editor" o "traducciones lo mejor interpretativas posible"; es algo que nunca me ha agradado. Cuestión de gustos.